Pensamiento lateral
¿Qué tan democrática es su entidad federativa?
Por:
Miguel Á. Martínez Castillo (*)
No se nos otorgará la libertad externa más que en
la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra
libertad interna.
Mahatma
Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio.
A lo largo de varios años,
diversas instituciones, organizaciones o asociaciones, han realizado estudios
para medir la democracia, el desarrollo económico, la pobreza, la violencia y
una gran cantidad de elementos para determinar cómo nos encontramos frente al
mundo y más propiamente, frente a nosotros mismos. Pero, ¿qué tanto avance se ha logrado a nivel
local? Es decir, ¿cuánto ha avanzado la democracia, el desarrollo económico y
en general la calidad de vida en nuestra entidad? ¿Tenemos acaso el mismo nivel
de democracia que nuestro estado vecino? ¿Hay menos pobreza en el centro que en
el sur del país?
La Fundación Konrad Adenauer y Polilat,
así como la COPARMEX, llevaron a cabo El
Índice de Desarrollo Democrático de México 2013, –mismo que desde hace
cuatro años se viene aplicando- un interesante esfuerzo por conocer el avance
de la democracia por entidad federativa.
Mediante el análisis de tres elementos (Dimensiones), así como de una
radiografía general de cada entidad, se logran conocer las virtudes y vicios de
cada gobierno local: Democracia de los
ciudadanos; Democracia de las Instituciones y; Ejercicio de Poder.
Una de las respuestas al por qué
de la falta de democracia en las entidades se debe a la apatía ciudadana, a la
violencia que restringe las libertades políticas y la ausencia de inversión
económica para disminuir la brecha de las desigualdades sociales, entre otros. Es interesante conocer que ninguna entidad
presenta índices de regularidad en los elementos evaluados. Si bien alcanzan niveles aceptables en uno,
al año siguiente pierden lugares pero al mismo tiempo en otros logran
recuperarse. En síntesis, no existe una
homogeneidad ni rendimiento estable en la calidad democrática de los estados.
De acuerdo al estudio, la
metodología establece como máxima calificación los 10 puntos y la mínima 0
puntos. Los resultados, según el
documento, se obtienen mediante el seguimiento y evaluación de variables
sociopolíticas y por la realización de encuestas a empresarios, líderes de
opinión y medios de comunicación. En
cuanto a la medición de su calidad democrática, el estudio los clasifica en 4
secciones: Alto desarrollo, Desarrollo medio, Bajo desarrollo y Desarrollo
mínimo.
En este año que se presentaron
los resultados (que abarca el 2013), Yucatán
(seguido por Baja California Sur con 9.989 puntos y Coahuila con 8.336 puntos) ocupó
el primer lugar al obtener la máxima calificación, mientras que Tamaulipas fue el peor estado evaluado,
con apenas 1.789 puntos. Estos grandes
contrastes –de los cuales más adelante profundizaré- se debe en parte a que las
propias entidades no interactúan ni comparten experiencias de buen gobierno, y
un claro ejemplo puede darse en dos entidades que, a pesar de ser vecinas, sus
índices de desarrollo democrático son diametralmente opuestos: Yucatán (que es
el mejor evaluado) y Quintana Roo, que ocupó la posición 22 en el ranking
nacional.
Ranking nacional del Índice de Desarrollo Democrático 2013.
Fuente: Índice de Desarrollo Democrático de México
2013 (p. 13).
Aunado a lo anterior, el año
pasado los tres primeros lugares fueron ocupados por Baja California Sur,
Colima y Nayarit. Estos dos últimos
ocupan en el actual estudio las posiciones 6 y 9, respectivamente, lo que
comprueba la irregularidad en mantener su calidad democrática. De hecho, de las 7 entidades que aparecieron
en los primeros lugares en 2012, únicamente 3 repitieron en 2013, pero en
posiciones diferentes.
Asimismo, el estudio señala un
descenso en la calificación promedio del país, puesto que mientras en 2012 la
calificación en calidad democrática alcanzó 5.373 puntos, el año pasado bajó a
5.056 puntos, una pérdida de más del 5%.
Esto ha sido resultado de la disminución en puntos en varias entidades:
ENTIDAD
|
PORCENTAJE PERDIDO CON RESPECTO A 2012 EN CALIDAD
DEMOCRÁTICA.
|
Aguascalientes
|
-32%
|
Baja California Sur
|
-0.1%
|
Campeche
|
-28%
|
Durango
|
-44%
|
Guerrero
|
-4%
|
Jalisco
|
-23%
|
México
|
-31%
|
Michoacán
|
-31%
|
Nayarit
|
-24%
|
Puebla
|
-43%
|
Quintana Roo
|
-20%
|
San Luis Potosí
|
-17%
|
Sonora
|
-31%
|
Tabasco
|
-28%
|
Tamaulipas
|
-57%
|
Tlaxcala
|
-19%
|
Veracruz
|
-17%
|
Zacatecas
|
-33%
|
Fuente: elaboración propia con datos del Índice de Desarrollo
Democrático
de México 2013.
Otro problema identificado entre
las entidades fue en el libre ejercicio de derechos y libertades, que tuvo una
caída de 24% con respecto al 2012. Asimismo,
el documento realiza una radiografía
democrática por región: Norte, Centro, Bajío y Sur-Sureste. En todas prácticamente hay representación de
desarrollo democrático que va del más alto al más bajo, lo que habla de una
heterogeneidad en el avance de dicho sistema de gobierno.
Este mismo fenómeno se presenta
cuando se analizan individualmente. Si
bien los primeros lugares de la lista muestran avances en cuestión de
libertades políticas, existe un decremento en el desempeño económico, o
viceversa. Mismo caso sucede con
aquellas entidades ubicadas en un desarrollo medio, bajo o mínimo de
democracia. Quintana Roo, por ejemplo, que se encuentra en la posición 22 del
ranking (Bajo desarrollo democrático) tuvo un desempeño dispar. Mejoró en derechos y libertades subiendo 3
lugares (aunque a nivel nacional está en el lugar 27), pero tuvo un retroceso
significativo con respecto año anterior: se fue al lugar 19 en desempeño
institucional, 8 en desarrollo social, 11 en desarrollo económico, y a un nivel
más particular, en cuanto a derechos políticos, la entidad se ubica en el
penoso lugar 30, por encima de Durango y Tamaulipas. Este último resultado se obtuvo mediante la
consulta a personas que calificaron a esas entidades como aquellas donde no hay libertad, entendiéndose ésta
como libertades políticas.
En conclusión, se puede encontrar
que en el país no existe una política homogénea para el desarrollo de las
instituciones democráticas, puesto que pueden coexistir dos entidades vecinas
con niveles asimétricos de calidad democrática, sin que por ellas pase la sola idea
de intercambiar experiencias o acciones que hayan resultado positivas en la
población. Lo anterior habla de lo lejos
que nos encontramos de avanzar en un desarrollo uniforme y gradual como país. Nuestra heterogeneidad no solo está en lo cultural,
sino también en nuestra percepción del desarrollo democrático.
El tintero.
A propósito del estudio que hizo la Fundación Konrad y la COPARMEX, para
el caso de Quintana Roo el panorama no pinta nada bien: de 2010 a 2013 su
índice de desarrollo democrático ha sufrido una pérdida que casi es reflejo de
una disminución del 50%. En 2010 su
puntaje se ubicaba en 6.019, en 2011 bajó a 5.258, en 2012 a 4.842 y finalmente
en 2013 se ubicó en 3.895 puntos. Una
razón que responde a esta situación es a los niveles de inseguridad: en 2012 se
presentaron 35,284 denuncias por delitos, un 7.2% más que en 2011, que fue de
32,900. A pesar que los índices de robos
disminuyó en un 4.7%, los robos con violencia se dispararon en un 22.4%.
A ello hay que agregarle lo declarado por el entonces Coordinador de la
bancada del PAN en el congreso local quintanarroense, Baltazar Tuyub Castillo,
quien denunció que el 45% de los policías estatales estaban asignados como
escoltas del Gobernador, ex gobernadores, políticos, empresarios y esposas de
altos funcionarios, es decir, de los 1,116 registrados en 2012, 498 de ellos
estaban registrados como escoltas. Datos
que, como se leen, son preocupantes.
2 comentarios:
Estimado Miguel.
No todo lo que brilla es oro. Desafortunadamente, el documento que presentan la Fundación Konrad y COPARMEX no valora realmente las condiciones de la participación ciudadana completamente. En Yucatán al menos que es lo que me compete, no observaron las prácticas del PRI para "estimular" el ejercicio del voto, como la compra-venta, intimidación y tráfico de electores, que da como resultado la alta votación que se registra. Pos supuesto es difícil determinar que porcentaje de esa participación se da en términos realmente democráticos. Saludos.
Hugo Sánchez Camargo.
Hugo. Como siempre es un gusto saludarte. Efectivamente, el estudio no aporta la parte sobre democracia electoral en particular, realiza un breve esbozo sobre los procesos electorales pasados. La parte que presento es un extracto de la gran cantidad de información que se ofrece. Si te interesa tenerla puedo hacerte la llegar. Un abrazo.
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