Pensamiento lateral.
La alternancia en Quintana Roo.
Por:
Miguel Á. Martínez Castillo. (*)
Construir es
la noble consigna y ser libres la eterna lección.
Extracto del Himno a Quintana Roo.
La última
vez que observé un fenómeno como el acontecido el pasado 5 de junio en Quintana
Roo fue el 2 de julio de 2000. Pasaron 16
años de aquel momento histórico que llevaron a un partido distinto al PRI a
gobernar la República. Hoy, ese fenómeno
se hizo presente en las urnas y se abrió paso a la alternancia política.
Con una participación
histórica del 54%, el electorado optó por Carlos Joaquín González de la alianza
PAN-PRD. Es decir, poco más de medio
millón de votantes acudió a sufragar. De
ese universo, 228,703 fueron para el ganador mientras que el segundo lugar,
ocupado por Mauricio Góngora, del PRI-PVEM-PANAL, obtuvo 178,667 votos. En términos porcentuales representó
45.6% contra 35.6%, 10 puntos de
diferencia.
Creo que
está de más hablar del contenido de la jornada, tanto previo como durante la
votación pues es conocido ampliamente lo que sucedió en la urnas, que es lo que
importa verdaderamente. Carlos Joaquín
logró romper con varios atavismos que sin duda lo colocan en un lugar
privilegiado de la historia política del estado: primero y más importante, generar
la alternancia política, tan necesaria y urgente para el estado pues se había
caído en una autocracia sin límites. La opinión
pública tendrá un papel más activo en el desempeño del futuro Gobernador y
éste, a su vez, tendrá la presión de cumplir sus promesas hechas en campaña.
Segundo,
que la propia alternancia política generó un panorama nuevo en la conformación
del gobierno, estatal, municipal y en el Poder legislativo. Equilibrios que ayudarán a construir
consensos y no imposiciones, negociaciones entre fuerzas sin mayorías
calificadas en lugar de sometimientos y decisiones unilaterales. Y es aquí donde me detengo pues, desde mi
particular punto de vista, reside la clave de la gobernabilidad.
8 de los 11
ayuntamientos de Quintana Roo los ganó la alianza PRI-PVEM-PANAL. Al desmembrar ésta, estaría señalando que de
esas 8, sólo 5 serán encabezadas por priístas, mientras que 2 por el PANAL y 1
por el PVEM. Por su parte, la alianza
PAN-PRD obtuvo el triunfo en 3 municipios, de los cuales sólo 1 será gobernado
por una panista, los otros 2 no tienen militancia partidista.
No hay que
pasar por alto que los 3 municipios ganados por el PAN-PRD representa aproximadamente
340 mil votantes de los 935,739 que estaban en derecho a votar el 5 de
junio. Casi el 40% será gobernado por la
multicitada alianza. Agreguémosle que la
capital del estado ya no será gobernada por el PRI.
Otros datos
que no hay que pasar por alto es que en esta elección de Ayuntamientos
compitieron 5 ex alcaldes que ya habían gobernados sus demarcaciones. Ninguno de ellos ganó: Julián Ricalde Magaña
en Benito Juárez, Domingo Flota Castillo en José María Morelos, Alicia Ricalde
Magaña en Isla Mujeres, Trinidad García Argüelles en Lázaro Cárdenas y
Filiberto Martínez Méndez en Solidaridad.
ALCALDESAS Y ALCALDES ELECTOS PARA EL PERÍODO
2016-2018.
Fuente:
elaboración propia.
Otro dato
importante de esta elección es que por vez primera, habrá 5 mujeres que gobernarán
de los 11 ayuntamientos de la entidad. Y
también en 4 de ellos (Tulum ya ha sido gobernado por una mujer, Edith Mendoza)
por primera vez una mujer encabezará la presidencia.
En este
mismo orden de ideas, en el caso del Congreso estatal, también habrá cambios
importantes: de los 15 distritos de mayoría, 8 de ellos serán encabezados por
una mujer. Si bien la proporción puede
modificarse debido a la asignación de la representación proporcional, el hecho
de contar con más de la mitad de diputadas en distritos de mayoría significa un
avance importante en materia de género.
LEGISLADORAS Y LEGISLADORES ELECTOS POR MAYORÍA
RELATIVA (2016-2019).
Fuente:
elaboración propia. Destaco las mujeres subrayando sus nombres.
En resumen,
Quintana Roo quedó dividido en proporción de fuerzas políticas. No me atrevería a aseverar que el PAN o el
PRI y menos el PRD son hoy primera o segunda fuerza en el estado, puesto que se
han constituido mayorías en cada sector.
La gubernatura está en manos del PAN-PRD, los ayuntamientos el
PRI-PVEM-PANAL acaparan dos terceras partes y, de la cámara de diputados, por
lo menos tendrán mayoría absoluta, es decir, la mitad más uno.
Con esta
distribución, el próximo gobierno estatal no tendrá una dinámica fácil. No sólo se ha hecho historia con la
alternancia sino que ésta trajo consigo equilibrios que, de saber usarse
adecuadamente, pueden servir para la construcción de alianzas y acuerdos entre
los partidos. Sin embargo, hay que
considerar que los priístas siempre han tenido un jefe que les marca la pauta.
Hoy ya no está. ¿Cómo negociarán
con el nuevo gobierno? ¿Cómo negociarán los municipios con el próximo
Gobernador? El PRI deberá saber utilizar
su fuerza que tiene en los Ayuntamientos y el Congreso pero también entender
cuáles son sus límites. Creo que Carlos
Joaquín sabrá sortear las mareas que se generen en el mar una vez que zarpe su
barco, pues entiende el idioma de los priístas.
Mucho dependerá de dos cuestiones: la lealtad de los legisladores que lo
apoyaron a llegar y dos, el resultado que sus colaboradores den en el gobierno. Por lo pronto, se vale celebrar. La alternancia ha llegado pero, ¿qué costos
traerá consigo? A su tiempo.
El tintero.
Han pasado 3 días de la jornada electoral y el gobierno estatal de
Quintana Roo no ha fijado una postura ni ha dado un mensaje a los habitantes de
la entidad sobre el desarrollo de los comicios.
Creo que esta administración saliente fue congruente en su actuar: fue
errático al inicio y está cerrando con otro error.
Mucho hay por analizar el nuevo panorama nacional. El PAN, solo y en alianza con el PRD
arrebataron 7 de las 12 gubernaturas al PRI.
Por lo pronto, los bonos de Ricardo Anaya crecen y los de Manlio Fabio
Beltrones se deprecian, rumbo a la Presidencia de la República.