Pensamiento lateral
Autonomía universitaria necesaria.
Por:
Miguel Á. Martínez Castillo. (*)
No
somos plaga, somos estudiantes.
Estudiantes de la
Universidad de Quintana Roo.
Una de las herramientas
necesarias para la democracia radica, sin duda, en el grado de formación y
preparación de sus ciudadanos. Las
universidades son contribuyentes muy importantes para la generación de
contrapesos hacia el gobierno. Ejemplos
en nuestro país los hay y de sobra: la UNAM, el Colegio de México, el ITAM,
entre otros, son líderes de opinión en donde sus declaraciones tienen un peso
político en México.
Llamó mucho mi atención la
situación que está viviendo una universidad en el país, particularmente la
Universidad de Quintana Roo (UQROO), de la cual me tocó vivir sus máximos años
de plenitud en investigación científica con una plantilla de académicos
formados principalmente en las Universidades de la Ciudad de México: El Colegio
de México, UNAM, Universidad Autónoma Metropolitana, entre otras. Tiene apenas, en este mismo orden de ideas,
23 años de edad y posee, además de su campus en la capital del estado, dos más;
una en Cozumel y otra en Playa del Carmen.
Durante los últimos años, esta
universidad fue perdiendo presencia no solo en la crítica de la acción pública
sino en calidad educativa. Es, hoy por
hoy, una de las universidades públicas más caras del país y recibe un subsidio
bipartito, tanto de la federación como del estado, más los ingresos propios que
genera. Traigo todo esto a colación
puesto que previo a los festejos del 20 de noviembre, la Rectoría de la
universidad decidió suspender por 3 días (19, 20 y 21 de noviembre) las clases
bajo el argumento de una fumigación para atender una alerta sanitaria contra el
dengue, paludismo y el chikungunya. Esto fue tomado como una forma de distraer y
apaciguar la participación de los estudiantes en una marcha ciudadana el mismo
día 20 de noviembre, en donde pretendían solidarizarse con las familias de los
43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Coincidió, además, con la decisión gubernamental de suspender el desfile
por motivos climatológicos, al acercarse un frente frío, acompañado de lluvias
dispersas.
Lo anterior, en lugar de dirimir,
revolvió las aguas e inquietó más a los universitarios, al grado que hoy tienen
establecido un campamento en las afueras de las instalaciones y han decidido,
mediante una asamblea estudiantil, exigir entre otras demandas, la autonomía de
la UQROO. Pero antes de entrar a fondo
en esta propuesta, es necesario exponer algunos antecedentes.
Primero. Elina Elfi Coral Castilla, Rectora de la
UQROO, tiene formación académica en contabilidad y maestría en
administración. Su desempeño ha estado
más ligado a la administración pública, ocupando cargos vinculados a las
finanzas y la contraloría. También ha
sido legisladora estatal y federal y, de acuerdo a su perfil curricular
publicado en la página electrónica de la UQROO, ejerce el cargo actual desde el
16 de agosto de 2011. Sin embargo, algo
que omite su perfil es que fue dirigente partidista en la entidad,
particularmente del PRI.
Segundo. Desde su ingreso, la UQROO ha ido perdiendo
espacios de competitividad al grado de que ha llegado a ser catalogada entre
las 10 peores universidades del país.
De acuerdo a un estudio anual que realiza el Quacquarelli Symonds (QS) mediante el documento Latin American University Rankings, México
ha logrado posicionar un total de 49 universidades dentro de un universo de 300
que se analizan, destacando el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de
Monterrey, la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, La universidad
Iberoamericana y la Universidad Autónoma Metropolitana como las mejor
evaluadas. Por su parte, la UQROO
aparece en los últimos lugares del ranking (del 250 al 300) y solamente está
por encima de tres universidades de las 49 que se encuentran enlistadas del
país: la Universidad Juárez del estado de Durango, la Universidad Popular
Autónoma de Puebla y la Universidad Tecnológica de México.
Lo anterior fue motivo de orgullo
para la autoridad universitaria puesto que en julio de 2012 emitió un comunicado
en su portal electrónico señalando que fue la única universidad del estado en
aparecer en el ranking internacional, a pesar que a nivel comparativo con otros
institutos de nivel superior en México es una de las más rezagadas. Todo es cuestión de cómo se mire el cristal.
Tercero. En 2014, la UQROO recibió un presupuesto de
poco más de 311 millones de pesos. Haciendo un cálculo, sus recursos ascienden
a poco más de 852 mil pesos diarios.
Tras la orden de cierre de la Universidad por 3 días, se estaría
hablando de casi 2.5 millones de pesos que se habrían tenido que ejercer
–teóricamente- pero la mayor afectación fue hacia los aproximadamente 5 mil
estudiantes, 600 profesores, 400 trabajadores administrativos y una buena
cantidad de empresarios de la rama de la alimentación, que vieron suspendidas
sus actividades tanto académicas como económicas en los 3 campus que tiene en
la entidad.
Cuarto. La decisión de cerrar la UQROO por 3 días,
luego del término del puente revolucionario
resulta incongruente y hasta absurdo. Se
pudo utilizar el mismo período de asueto para no perder clases ni interrumpir
el desarrollo normal de las actividades académico-administrativas de la
universidad. ¿Por qué, entonces, hacerlo
en días hábiles? La única explicación
lógica conduce a que se hizo con la intención de desactivar la manifestación
estudiantil que se tenía prevista para el 20 de noviembre, día del desfile. Esto se fortalece con la decisión
gubernamental de no llevar a cabo el tradicional evento por cuestiones
climatológicas, que por cierto fue abiertamente evidenciado al no presentarse
ninguna precipitación pluvial durante la mañana de esa fecha mencionada.
Lo anterior generó un efecto
totalmente contrario a lo esperado por las autoridades universitarias. Los estudiantes no solo marcharon por las
calles de la ciudad, sino que recibieron un apoyo ciudadano como nunca y hoy
están organizados analizando la demanda de exigir la autonomía para su casa de
estudios. La autoridad, por su parte, ha
desconocido a la asamblea estudiantil puesto que no es una figura jurídica
reconocida en la legislación universitaria.
La única con la que ellos dialogarían sería con el Colegio de
Estudiantes (COLEST).
Pero el propio COLEST no ha
estado ajeno a la influencia partidista, particularmente del PRI. En 2012 el entonces dirigente estudiantil
participó en un evento proselitista y –a nombre de los estudiantes de la UQROO-
comprometió su apoyo y voto al hoy Presidente Enrique Peña Nieto. En esta ocasión, la Rectoría de la
Universidad usó al propio órgano estudiantil para comunicar la suspensión de
clases. Ello explica la nula participación
de este espacio de representación de los alumnos en el conflicto.
Todo esto ha abonado a fortalecer la idea de buscar a través de la
autonomía, la separación de la influencia del gobierno en las decisiones
internas de la UQROO, particularmente en 3 rubros estratégicos: el académico,
el de gobierno interno y el financiero.
Desde su origen, la legislación universitaria permitía un grado de
autonomía para la elección de sus autoridades –principalmente la Junta
Directiva y del Rector- ya que de los 9 integrantes de la Junta, 5 de ellos
eran electos por el Consejo Universitario y el restante por el Patronato
Universitario. Sin embargo, en 1994
durante el gobierno de Mario Villanueva, la legislación se reformó dándole el
poder de decisión al ejecutivo local para designar a 5 de los 9 integrantes de
la Junta Directiva.
El golpe definitivo fue en 2005 cuando la Ley de Educación del estado de
Quintana Roo estableció que el nombramiento de los titulares de las entidades
paraestatales del sector educativo sería designado por el gobernador, a
propuesta de las autoridades académicas mediante la presentación de una terna
de aspirantes.
Lo anterior ha derivado en el acotamiento a la generación de una
participación crítica que debe ejercer una Universidad hacia los problemas
sociales, políticos y económicos que atraviesa hoy Quintana Roo. Ante un sobre endeudamiento, una falta de
garantías y libertades políticas y un evidente crecimiento de la inseguridad
pública en el estado, la UQROO guarda un doloroso como cómplice silencio. Los errores de la Rectora para controlar el
movimiento de estudiantes le generarán un alto costo político. Ojalá el legislador analice a conciencia la
viabilidad de la autonomía de la UQROO.
Debe anteponerse la generación de conocimiento por encima de los
intereses partidistas y, en consecuencia, de gobierno. Ayotzinapa, sin querer, ha despertado del
sueño profundo a los universitarios.
El tintero.
El caso Casa Blanca sigue
creciendo como bola de nieve. Ahora la
cadena Univisión dio a conocer que la
esposa del Presidente mexicano liquidó un crédito hipotecario en Miami por la
cantidad de 1.3 millones de dólares. El
pago fue hecho en enero de 2011, cuando ya estaba casada con el mandatario. ¿Hasta dónde llegará esta situación?
La SEP hizo cambios en su estructura interna. Dos diputados federales –de ascendencia
priísta- fueron designados como Subsecretarios para colaborar con su titular,
Emilio Chuayfett. Se trata de Alberto
Curi Naime y Javier Treviño Cantú, quienes se desempeñarán en Educación Básica
y, Planeación y Evaluación de Políticas Educativas, respectivamente. El primero de ellos fue Secretario de
Educación en el Estado de México en el
sexenio de Enrique Peña Nieto, mientras que el segundo ha ocupado cargos en
SEDESOL, Hacienda Federal, Relaciones Exteriores y fue Secretario de Gobierno
en el estado de Nuevo León.