Pensamiento lateral
¿Por qué es difícil abrir y mantener una empresa en
México?
Por:
Miguel Á. Martínez Castillo (*)
Las grandes deudas son un privilegio de la riqueza.
Georges
Duhamel (1884-1966) Escritor francés.
Ser un proveedor de servicios o
recibir obra del gobierno no es un negocio seguro. Las empresas, que en su mayoría son medianas
y con una cobertura limitada –estatal o en algunas ocasiones regional- hacen
todo un conjunto de malabares y peregrinajes para que el estado o el municipio
les paguen. El procedimiento, tengo
plena certeza de ello, no varía en su esencia en cualquier parte de la
República: el empresario no solo debe dar un adelanto del producto o servicio
que le demanda el gobierno sino además contemplar el pago del bíblico diezmo
que, afectado por la crisis, en ocasiones varía en 15 ó 20 por ciento.
Una vez hecho el trato, empieza
el calvario. Meses y meses transcurren
antes del primer depósito para cubrir las deudas, aduciendo falta de recursos,
el extravío de documentación, o sencillamente que hay que revisar los convenios
porque al parecer hubo omisiones. Pero
uno se preguntará: ¿Por qué no demandar al gobierno? No dudo que muchas empresas hayan pensado en
presentarla por incumplimiento de pago, pero ello les traería más pérdidas que
por aquella que están demandando.
Simplemente, quedarían marginadas de cualquier otro contrato futuro y a
ello agréguele la carga del aparato estatal que estaría auditando a la empresa,
ahogándola en una tramitología que no tendría fin.
Y es que si esta es una manera de
limitar el crecimiento de una empresa, su apertura no es menos difícil. De acuerdo a un estudio denominado Doing Business del Banco Mundial y
realizado en México en el presente año, abrir una empresa en México cuesta en
promedio realizar 7 trámites, que
equivale a 12 días y un desembolso de recursos equivalente al 11.5 por ciento
del ingreso per cápita. A nivel
regional, en particular la zona latinoamericana, México está por debajo del
promedio, que es de 9 trámites, 43.1 días y 33 por ciento del ingreso per
cápita. Pero, a nivel mundial quien
tiene el mejor promedio es Nueva Zelanda, en donde un habitante puede abrir una
empresa en 24 horas, con un solo trámite e invirtiendo el 0.3 por ciento de ingreso per cápita.
Volviendo a nuestra realidad,
cuando se revisan las estadísticas a nivel estatal, los resultados son
desalentadores. El mejor promedio lo tiene Guanajuato,
que invierte 5.5 días, 6 trámites y 5.8 por ciento del ingreso per cápita. En el otro extremo se encuentran Quintana Roo y Durango, en donde lo que
los diferencia es el número de días y el costo del ingreso per cápita. De hecho, Si usted tiene la intención de
iniciar o invertir su dinero para iniciar un negocio en Quintana Roo, déjeme
prevenirle que requerirá esperar poco más de un mes y medio –si bien le va-
puesto que la entidad ocupa el último
lugar nacional en días para aperturar un negocio con 48.5 es decir, cuatro
veces más en tiempo que el promedio nacional. Es de sorprender puesto que el número de
trámites a realizar apenas y rebasa en dos al primer lugar nacional,
Guanajuato. Por su parte, Baja
California es el estado donde más caro sale abrir una empresa, con 26.6 por
ciento del ingreso per cápita.
Trámites,
tiempo y costos para aperturar una empresa en
México por entidad federativa.
Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx/economia/cuanto-tarda-en-abrir-una-empresa-en-mexico.html
Pero si asegura que con el solo
hecho de abrir una empresa es un viacrucis, cuando se trata de vender un
servicio o ser proveedor, he ahí el verdadero problema. Durante el primer semestre de 2014, la
industria en México no solo registró bajas ventas sino que también reportaron
una gran cantidad de incumplimientos de pagos por parte del gobierno (estados y
municipios). Dicha deuda, según lo ha
manifestado el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la
Transformación (CANACINTRA), Rodrigo Alpízar Vallejo, asciende a nada menos que
100 mil millones de pesos, que
equivale a una cuarta parte de la deuda total de las entidades.
Los retrasos de pagos, que
oscilan entre 6 meses y 1 año, afectan a alrededor de 40 mil empresas en México
y los sectores más dañados corresponden a proveeduría, servicios y obra
pública. Esta queja de los empresarios
se suma a la falta de sanciones a los gobiernos por falta de cumplimiento en
sus obligciones, puesto que a ellos se les aplica la ley cuando se retrasan en
la entrega de alguna obra, por ejemplo.
Otro elemento es que resulta un
enigma lo que los estados y municipios le adeudan a las empresas, puesto que
los mecanismos de transparencia son poco claros o simplemente no existen. Apenas y se llega a conocer el monto total de
sus deudas públicas pero sin especificar por rubro.
Pero, ¿qué pasa si se invierten
los papeles? No solo existe un problema de endeudamiento de los gobiernos hacia
las empresas, sino de las empresas para con el gobierno, en particular con el
fisco. De acuerdo a estimaciones del
Servicio de Administración Tributaria (SAT), las empresas y corporativos en
México generaron un rezago de pago de impuestos por 450 mil millones de pesos,
86% del total de la cartera de créditos fiscales. De esa cantidad, solo 60 empresas concentraron
232 mil millones de pesos: América Móvil, Telecom, Telmex, Televisa, TV Azteca,
Cemex, Bachoco, Liverpool, Kimberly, Grupo Modelo, entre otros.
Pero es evidente que este tipo de
deudas las concentran las grandes empresas y en buena parte gracias al propio
gobierno. Ahí hay que hacer una
diferenciación, puesto que mientras ellas gozan de no solo pasar por encima de
la ley sino de recibir la exención de pagos multimillonarios por el gobierno
mismo, las pequeñas y medianas empresas, aquellas que brindan servicios y obras
públicas a los gobiernos locales, sufren las consecuencias no solo de la ley
sino de la falta de pago.
Por eso, reflexione y valore los
costos y beneficios antes de abrir una empresa.
El tintero.
El gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, no encuentra sitio donde
protegerse ante la oleada de críticas que obtuvo por la muerte de un niño tras
el desencuentro que hubo entre la policía y habitantes de San Bernardino
Chalchihuapan. Derivado de la aprobación
de la denominada Ley bala, la policía
usó balas de goma para repeler la manifestación y una de esas impactó en el
rostro de un niño, ocasionándole la muerte.
El gobierno ha jurado que nunca se usaron dichas balas, pero
manifestantes han presentado pruebas físicas de que sí. ¿Quién dice la verdad?
Grave error de redacción se cometió en una iniciativa enviada por el
Ejecutivo estatal del estado de Quintana Roo al congreso local. En una reforma
al Código Civil del estado, se proponía reducir los plazos para los citatorios
en demandas civiles, pasando de 6 meses a ¡180 días! Claro está, que una vez que el insignificante
error fue motivo de burla en redes sociales, se apresuraron a cambiar el texto
a 120 días hábiles.
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