El origen de Pensamiento Lateral corresponde al que en su momento acuñó el escritor y psicólogo maltés, Edward de Bono, en su libro New think: the use of lateral thinking (Nuevo pensamiento: el uso del pensamiento lateral) publicado en 1967.

Este concepto, utilizado incluso en la psicología, se enfoca en la búsqueda de soluciones a problemas utilizando estrategias o caminos alternos a los que normalmente la lógica simple nos llevaría. Se vale de la creatividad al momento de evaluar y dar solución a los diversos obstáculos que se presentan. Esto permite encontrar otras formas de percibir las cosas, de analizarlas desde otro contexto, con un matiz innovador y propositivo a la vez.

La vinculación con el contenido de la columna permite una asociación interesante ya que lo que pretendo es presentar un análisis basándome en una temática alterna a lo que, mediante un pensamiento simple y lógico, nos llevaría por vías ya conocidas. Pensamiento Lateral busca, desde una perspectiva innovadora, generar debate, reflexión y proponer nuevos esquemas de solución a las problemáticas políticas, sociales y económicas de nuestro entorno.

Finalmente, en el contenido de la propia columna haré una adición a lo que normalmente comparto con ustedes: El tintero, que es un breve espacio en donde escribiré noticias o datos relevantes para el consumo personal.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Una visita inesperada.

Pensamiento lateral.
Una visita inesperada.
Por: Miguel Á. Martínez Castillo. (*)

A quien bien te quiere, visítale poco, para que te desee.
Anónimo.

¿Quién en su racional juicio persuadió al Presidente mexicano para invitar a los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos y más aún, recibir –de forma intempestiva- a uno de ellos?  ¿Cuál fue el objetivo de fondo de sostener una reunión organizada y realizada en tan poco tiempo, a un día de la entrega del Cuarto Informe presidencial?

He leído con atención la reacción social como la de la oposición en México.  Lo segundo no me resulta extraño que, en una expresión –arriesgada- de solidaridad, los partidos de oposición hayan descalificado la reunión y visita de Donald Trump a Los Pinos.  El PRD, por un lado, exigió –junto con el PAN- la cancelación de la reunión (habría sido un doble error); y, por el otro, el PAN, a través de Ricardo Anaya y Margarita Zavala (ambos aspirantes presidenciales) señalando que Trump no es bienvenido en México.

Seguramente, para la mayoría de los lectores la afirmación es compartida.  Yo incluso pienso que Trump no tiene nada que hacer en la Casa Blanca, pero infortunadamente o no, hoy es un contendiente a gobernar el país más poderoso del mundo.  De lo anterior, justamente me han llegado varias interrogantes sobre este hecho que generó calificativos negativos: ¿Se aseguró la Presidencia de la República que ambos candidatos asistirían al llamado? ¿Por qué no haber realizado el encuentro en la frontera norte de México, para enviar de paso, un mensaje de que a los mexicanos nos importa la política migratoria y representa un tema que lleva anquilosado mucho tiempo (lo más cerca que se estuvo fue con Jorge Castañeda como Canciller de México entre 2000 y 2003)? ¿Asistirá Hillary Clinton al llamado de Enrique Peña? ¿A quién beneficiará más la visita a México en las intenciones del voto en Estados Unidos?  Si Margarita Zavala y Ricardo Anaya afirmaron que Trump no es bienvenido a México, ¿cómo sería la relación bilateral si Trump fuera Presidente y Zavala o Anaya gobernaran México? ¿Seguiría siendo bienvenido? ¿Qué pasaría si Clinton decide no asistir al llamado de Peña y gana las elecciones en noviembre? Si la mayoría de los mexicanos rechazamos las ideas radicales de Trump, ¿nos irá mejor con Clinton como presidenta? ¿Fue la reunión con Trump un cobro por parte de Peña Nieto a Obama por el desaire de la reunión trilateral cuando hablaron de populismo?

El fondo político de la reunión trae material peligroso y complejo detrás.  Una sola acción puede conllevar a dañar la relación más importante para México en el mundo.  La dinámica comercial que tienen México y Estados Unidos es tan intensa que un distanciamiento puede ser severa para ambos, más para los mexicanos, claro está.

Hoy, varias de las preguntas se han respondido por la difusión de la información.  Está claro que la Cancillería mexicana no tuvo participación en la organización y logística de la llegada de Trump a México.  El responsable tiene nombre y apellido: Luis Videgaray.  Con la idea de mantener calma en el mercado internacional, el Secretario de Hacienda jugó al diplomático para buscar un acercamiento con el equipo del candidato republicano.  La discusión, según se ha publicado en algunos medios nacionales, dividió al equipo del Presidente al grado de que la Secretaria de Relaciones Exteriores mexicana, Claudia Ruiz, presentó su renuncia, misma que no fue aceptada.

Fue Videgaray quien recibió a Trump en el hangar presidencial y éste se trasladó en un helicóptero hasta Los Pinos para sostener una reunión privada.  Ambos dieron un mensaje y, horas después, el candidato republicano hacía gala de su soberbia al afirmar que no habló con el Presidente mexicano sobre quién pagará el muro, pero sí de que se construirá.

La simple visita de Donald Trump a México puede traerle un alto costo a México.  Enrique Peña Nieto aún deberá pasar los dos últimos años de su administración con el nuevo residente de la Casa Blanca que será electo en noviembre.  Para algunos se justifica el hecho de haber traído al republicano porque: ¿y qué tal si gana? Pero: ¿y si gana Clinton?

Como era de esperarse, Hillary Clinton declinó la invitación que le hiciera Peña Nieto.  Y lo hizo dejando un claro mensaje político: si gano, no olvidaré lo que hiciste.  Su declinación deja ver a Peña como un Presidente débil y parcial, a favor de aquel que ha insultado a los mexicanos.  La asistencia de Clinton a México habría salvado la de por sí mala decisión de haber aceptado la visita de Trump.  Los mexicanos y mucho más los estadounidenses no le perdonarán al Presidente mexicano que los puntos obtenidos en la visita lleguen a ser determinantes para que gane el republicano.

Lo anterior también permite concluir que el gobierno mexicano no tenía confirmada la asistencia de ambos a México.  Sería un suicidio político no tener a ambos si realmente se quiere trabajar con quien gane en noviembre.  Pero a todo esto, el evento también ayudó a distraer la atención del IV informe de gobierno, de los resultados del Presidente en su gestión.  La cámara de diputados inició sesión ordinaria el pasado 1 de septiembre y gran parte de los discursos estuvo dedicada a la visita del estadounidense a México.

Según las encuestas, a Trump le benefició visitar México.  La última publicada por la cadena CNN lo pone en ventaja por 2 puntos.  Sin embargo, habrá que esperar puesto que los resultados no son aún determinantes y otras encuestas manifiestan una tendencia a la baja en las preferencias para Trump, incluso de 15 puntos de diferencia.  ¿Acaso previó el gobierno mexicano revisar las encuestas sobre las preferencias electorales en Estados Unidos? 

La mayoría piensa que a México le irá mejor si quien gobierne Estados Unidos sea Hillary Clinton pero empiezo a pensar que, de ganar la candidata demócrata, nos puede ir igual.  Y lo digo por dos razones: la primera, que Estados Unidos siempre maneja una política independientemente de quien gobierne.  Es un país con una política definida aunque con varios caminos para llegar a ese fin.  Lo anterior se demuestra al señalar que el gobierno de Obama ha sido uno de los que más indocumentados ha expulsado de su país.  La segunda razón es porque Clinton no olvidará lo que hizo el Presidente mexicano.  Por lo pronto, serían 2 años complicados, de mandarnos a la lista de espera para ser atendidos.  Si pasó por la mente de Peña creer que se desquitaría de lo sucedido en la reunión trilateral, se equivocó.


El tintero.

El Congreso de Quintana Roo finalmente fue instalado y, en una votación histórica, dejó fuera al PRI de toda posibilidad de integrar la Gran Comisión.  5 diputados no priístas (PAN, PRD, MORENA, PANAL y PES) se adjudicaron las 5 comisiones ordinarias que integran la Gran Comisión.  El PVEM a través de su líder Jorge Emilio González, denunciaron que los diputados priístas habían negociado con el Gobernador electo para beneficiarse.  La primera batalla la ha ganado el Gobernador electo.


(*) Internacionalista, Maestro en Ciencias en Estudios en Relaciones Internacionales, investigador independiente y analista político. http://columnapensamiento.blogspot.mx/ @mig_qr