Pensamiento lateral.
El síndrome
de Estocolmo mexicano.
Por: Miguel Á. Martínez Castillo. (*)
La víctima depende del agresor, hay una dependencia emocional.
Pero es que el agresor también depende de la víctima, porque basa su
autoestima en la dominación.
Ana Isabel Gutiérrez Salegui. Psicóloga española.
El 23 de agosto de 1973, Jan Erik Olsson llevó a cabo un
asalto al Banco de Crédito ubicado en Estocolmo, Suecia. Al ser detectado, tomó como rehenes a tres
mujeres y un hombre, todos ellos empleados del Banco. Olsson exigía la liberación de un criminal
que cumplía una sentencia y llegó al grado de obligar a sus rehenes a atarse
unas sogas al cuello como amenaza de matarlos si ingresaba la policía. El asalto fue frustrado y Olsson fue apresado
por la policía de Estocolmo y los rehenes rescatados, sanos y salvos. Sin embargo, algo extraño había sucedido
puesto que una de las mujeres secuestradas, declaró que quien le asustaba no
era Olsson sino la policía y que incluso sería capaz de acompañarlo un viaje
por el mundo. El psiquiatra y asesor de
la policía, Nils Bejerot acuñó el nombre de ese caso como el Síndrome de Estocolmo. Hoy en día, el 27% de los casos que registra
el FBI en su base de datos, presenta este síndrome.
Volviendo al presente: ¿Cuántos de los que acudimos a las
urnas cada vez que hay elecciones reflexionamos nuestro voto? ¿Votamos por
convicción a una ideología partidista –sin importar que ésta no tenga al mejor
candidato- o movidos por la imagen de la o el candidato? ¿Son las propuestas o
el efecto “triunfalista” que dan las encuestas lo que nos inclina a decidir por
quién votar? ¿O será que se prefiere votar por aquel que es conocido a pesar
que sea malo?
A lo largo de este poco más de un mes de campaña electoral he
revisado y analizado encuestas, sondeos, opiniones y en lugar de ampliarme el
panorama, me deja confundido acerca de lo que quiere el elector. ¿Cómo explicar, por ejemplo, que mientras a
nivel nacional se dan a conocer actos mayúsculos de corrupción y tráfico de
influencias por parte del Presidente, Secretarios de Estados, Gobernadores y
servidores públicos de alto nivel, afines al PRI, todas las encuestas que he
consultado lo ponen de favorito para ganar las elecciones federales del 7 de
junio? ¿Cómo explicar que mientras el
PRI tiene hoy las preferencias electorales, el PAN sea el partido mejor
evaluado de todos los que existen actualmente? ¿Cómo explicar que a la gente le
preocupa la corrupción, pero siguen votando por gobernantes que tienen antecedentes
ligados a ese problema?
Diversas encuestadoras como Reforma, El Universal, BGC-Excélsior, Mitofsky, El
Financiero-Parametría, dan como favorito al PRI con por lo menos 30 puntos
de preferencia electoral y con una ventaja de entre 8 y 10 puntos en promedio
con respecto al PAN, su más cercano competidor.
En los últimos meses del gobierno de Enrique Peña Nieto, al menos desde
diciembre del año pasado, se han revelado diversos actos de corrupción que sin
duda en una democracia consolidada, el gobernante ya habría no sólo renunciado,
sino sometido a un juicio. ¿Qué explica
entonces, este comportamiento sui géneris
de la población mexicana?
Para responder, debo primero exponer algunos antecedentes
históricos inmediatos:
La casa blanca, uso de
recursos públicos con fines privados y el enriquecimiento de dudosa
procedencia. Cuando Carmen
Aristegui dio a conocer el tráfico de influencias del Presidente y su esposa
con Grupo Higa, le costó a su partido casi 10 puntos en las preferencias
electorales. En agosto de 2014, el PRI
tenía 40% de la simpatía ciudadana pero empezando 2015 y hasta la fecha, no ha levantado
más allá de los 30 puntos porcentuales.
En los últimos días de campaña electoral, se han dado a
conocer –por medios de comunicación independientes- documentos oficiales sobre
el verdadero patrimonio de algunos candidatos, como el de la alianza
PRI-PVEM-PANAL en San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras, quien declaró tener
propiedades con valor a los 13.7 millones de pesos. Sin embargo, se ha comprobado que tiene un
patrimonio que supera los 60 millones. El
candidato a gobernador ha dicho simplemente que no tiene idea de por qué hoy
sus propiedades valen más.
En este mismo orden, gracias a una denuncia ciudadana
(importante destacar esto último) se descubrió el uso personal que le daba el
ahora ex Director de la Comisión Nacional del Agua (CNA), David Korenfeld, a un
helicóptero oficial. El video que
presentó le costó el trabajo y una multa superior al medio millón de pesos,
pero no a seguir dentro de la administración pública.
Audios y fotos. Este fenómeno que se ha vuelto una mala costumbre
(recordando la grabación Fox-Castro, la de Ahumada-Bejarano, OHL-Edomex, y hoy
las de Ivonne Álvarez en Nuevo León y Lorenzo Córdova del INE). Por un lado, éstos han servido para descubrir
actos de corrupción y de tráfico de influencias, pero también como un medio
perverso para manipular y chantajear al contrincante político. Los audios divulgados de las pláticas de un
directivo de la empresa constructora de origen español, OHL y el entonces
Secretario de Comunicaciones del Edomex, habla de actos ilegales a un
determinado nivel de gobierno, una pieza de la punta del iceberg. El hecho derivó en la renuncia del
funcionario y de una multa económica, pero tampoco de una suspensión en
participar en la administración pública.
Hoy, en pleno proceso electoral, se dieron a conocer otros actos
de desvíos de recursos de la candidata a gobernadora en Nuevo León por el PRI-PVEM-PANAL-PD,
Ivonne Álvarez, en donde pide a un funcionario distorsionar la realidad sobre
26 millones de pesos que fueron observados por la Auditoría Superior de la
Federación, a la velocidad de un sha la
lá.
Otro caso es con la candidata a gobernadora por el PRI en
Sonora, Claudia Pavlovich, donde parece ser recurrente a este tipo de
situaciones. En uno hace alusión al
préstamo de un avión a un empresario sonorense para un viaje familiar; en otro
donde pide a otro empresario que se ponga
guapo con 7 millones de pesos para su campaña, y; el más reciente donde
hace referencia a una encuesta que no la coloca como favorita y amenaza con
vengare luego que regrese al Senado.
Estos casos tampoco han pasado por alto con la
oposición. En el PAN se han difundido
conversaciones donde cuestionan al candidato a alcalde en Hermosillo, Damián
Zepeda, así como la foto difundida de un hermano del candidato a gobernador en
Querétaro (Francisco Domínguez) con un capo de la droga en una conocida
discoteca de Playa del Carmen, Quintana Roo.
Todo esto abona a contestar la pregunta planteada al inicio,
a ese por qué. Y creo que la primera argumentación para
explicar este comportamiento se debe a la formación. De nuevo acudo a las encuestas. Aquellos que tienen salarios y un nivel de
formación académica bajos, suelen votar por el PRI. México ha sido altamente cuestionado sobre su
calidad educativa y ello se refleja en la escasa cultura política y al poco
respeto a la legalidad. Por tanto, no
dudo que haya una especie de tolerancia hacia estos problemas sociales.
La ausencia de una buena formación conlleva al segundo
elemento: la falta de información. Un 72% de los mexicanos está a favor de
reducir el número de legisladores, es decir, 7 de cada 10. Sin embargo, 8 de cada 10, es decir, 82% de
los mismos encuestados por Parametría
desconocen cuántos legisladores integran la Cámara y únicamente un 8% supo el
número exacto. Más grave aún es con respecto al Senado: 6% supo cuántos lo
integran y 83% lo desconocen.
Lo anterior indica que si bien los mexicanos nos quejamos de
varias cuestiones que deberían cambiar en el país, estamos muy poco informados
de los detalles. Ello me lleva a deducir
a un argumento: que de los pocos que conocen los detalles –de actos de
corrupción, abuso de poder, impunidad- una buena parte se desencanta y le resta
credibilidad a las instituciones gubernamentales, derivando en su falta de
interés para participar en los procesos electorales. Luego entonces, quien gana es aquel que tenga
la capacidad de motivar su voto duro estructurado y para ello, el PRI ha
logrado sacar una importante ventaja pues es el partido que cuenta con un sistema
organizado de movilización de su voto a través de sus sectores populares y sus
gobiernos.
Y, finalmente, un factor más es la ausencia de propuestas en la oposición. Ante la falta de resultados, el electorado
busca opciones que llenen esas expectativas en los partidos de oposición, y tras
conseguirlo, encuentran que sus demandas no son satisfechas porque se cae en
actos que el ciudadano no quiere ver en su gobierno, lo que lo vuelve a optar
por la primera opción. Aunado a ello, la
oposición no prioriza en mejorar la calidad de sus propuestas: artistas de cine
y televisión, deportistas y demás perfiles que absolutamente desconocen el
ejercicio de legislar, por sólo citar un ejemplo.
No dudo que existan otras razones, e incluso de mayor o menor
peso, pero desde una óptica personal, considero que estos elementos coadyuvan a
entender por qué los mexicanos hemos adoptado una especie de síndrome de Estocolmo hacia un partido
que ha generado e instaurado un sistema basado en la corrupción, impunidad y la
antidemocracia. Desafortunadamente, esta
situación ya no es propia de un solo partido sino que ha transitado hacia otras
fuerzas políticas y, de no cuidarlo, también puede llegar hasta los candidatos
independientes.
El tintero.
El INE finalmente decidió qué hacer con el PVEM. De una petición atendida para retirarle el
registro como partido y un proyecto de sanción económica, el Consejo General
aprobó una sanción que consistió en retirarle su acceso a radio y televisión en
los últimos 3 días de campaña, unos 7 mil spots
aproximadamente. ¿Habrá influido la
divulgación del audio donde se escucha al Presidente del INE hablar
despectivamente de un grupo indígena? Lo cierto de todo es que la grabación se
difundió apenas unos días antes de que el INE decidiera el futuro de los verdes.
Algunas encuestas en lo personal me confunden en lugar de
aclararme el panorama. Una de las
Delegaciones del DF más disputadas es Miguel Hidalgo. 3 encuestadoras dan
diferentes resultados: Reforma le da
ventaja a Xóchitl Gálvez, del PAN; Mitofsky
a David Razú del PRD-PT-PANAL; y Mendoza
Blanco y Asociados pone a Laura Ballesteros, del PRI-PVEM, como
puntera. Lo cierto de esto es que estas
tres propuestas son quienes están peleando la Delegación. ¿Cuál dirá la verdad?