Pensamiento lateral
La toma de los municipios
Por:
Miguel Á. Martínez Castillo (*)
Una sola cosa nos explica bien la
historia y es en qué consisten los malos gobiernos.
Thomas Jefferson (1743-1826) Político Estadounidense.
No había iniciado el 30 de septiembre y los
Presidentes municipales ya estaban preparándose para tomar protesta y hacerse
de la administración por los próximos tres años. Luego de poco más de una década no se había
dado el hecho de tener el control absoluto –por un solo partido político- en el
Congreso, la gubernatura, el Poder Judicial y los 10 ayuntamientos. A partir del último día de septiembre será
una realidad.
No es necesario hacer una retrospectiva de los
trabajos realizados de cada administración municipal pero sí del legado que
dejan a las entrantes administraciones.
Todos los municipios –excepto Bacalar, hasta donde se tiene
conocimiento- dejan una herencia con deudas económicas, sea a proveedores o
pública, un adeudo de pagos de nómina, nóminas sobre cargadas, presuntos desvíos
del erario, obras inconclusas, entre otras temáticas.
Benito Juárez, Othón P. Blanco y Solidaridad merecen
mención especial. Los primeros dos municipios
concentran más del 70% del padrón electoral, prácticamente dos terceras partes
de la población y son los dos espacios territoriales donde fluctúa el poder
político y económico del estado. Cancún,
con un severo problema de inseguridad, de calles en buenas condiciones, y más
reciente de un sistema deficiente de recolección de basura, será gobernado de
nueva cuenta por el PRI. Uno de los
municipios más multi ideológicos dada su condición migrante, el nuevo gobierno
de Cancún no sólo deberá responder a las amplias demandas sociales requeridas,
sino también conducirse con apego a la legalidad. Habrá que esperar cuál es el alcance de los
acuerdos que tuvo Ricalde con Carrillo y hasta dónde llegará el hilo del
deslinde de responsabilidades.
Y es que administrar el municipio con más recursos
en el estado no es sencillo pero tampoco nada despreciable: el cargo que hoy
detenta Paul Carrillo lo anota naturalmente a la sucesión gubernamental,
independientemente de la capacidad que tenga o no de ser el candidato. Es una posición que ya lleva consigo la carta
de la gubernatura. Sin embargo,
pronostico una lucha intestina entre los actores internos priístas por
pelearla: además de Carrillo están Mauricio Góngora, Freddy Marrufo y de quien recientemente
se ve como el preferiti: José Luis
Toledo Medina.
Othón P. Blanco es un caso sui géneris. Abuxapqui, a
pesar que ganó la contienda, no llega con mayoría a su cabildo, al menos no con
su mayoría. Su planilla está compuesta por funcionarios
que no responden a sus intereses y en la instalación y toma de protesta se
evidenció de quién van a recibir instrucciones.
Tendrá, por lo pronto, buscar en la oposición alianzas determinantes si
quiere que su gobierno se mantenga vivo.
La situación es más precaria que la de Cancún: un sobre endeudamiento
público, servicios públicos severamente deficientes con un sistema de alumbrado
que además de costar carísimo, su desempeño es deficiente; un sistema de
recolección de basura abandonado y con unidades prácticamente inservibles; calles
en pésimo estado, un transporte público colapsado y una ciudad cada vez más
impactada por la violencia. El reto no
es fácil para el gobierno municipal, sobre todo si no se cuenta con el total
respaldo del gobernante estatal.
Creo, desde mi particular punto de vista, que se
debe empezar por lo esencial: resolver el problema financiero. Sabiendo con cuánto se puede contar permitirá
a ciencia cierta hasta dónde se puede llegar.
El primer costo político deberá asumirse a la brevedad ya que está
iniciando y por tanto, el desgaste natural aún no cobra sus efectos. De lo poco que se puede hacer, se debe
atender básicamente los servicios públicos, principalmente la atención a las
calles, la recolección de la basura y la seguridad. El ciudadano siempre se queja o su principal
preocupación radica, esencialmente, en su seguridad. Un ciudadano que se siente seguro, es un
ciudadano que tendrá una mejor percepción de su entorno.
La basura, esencialmente debe ser un problema
inmediato a resolver. Con ello se evita
la propagación de otros problemas que tienen relación directa con la
salud. Riesgos de contaminación y
posibles brotes de enfermedades se evitarán si el problema se atiende con
prontitud.
Solidaridad ha brincado a la escena por la pésima
administración de los recursos públicos, al grado que han llegado a rematar un
lote de mil vehículos para paliar la crisis.
Reducción de salarios, recorte de personal y limitaciones presupuestales
son hoy la realidad de Solidaridad. Problemas
severos de recolección de basura y una deuda que supera los 800 millones de
pesos, triplicada en apenas una administración.
Un municipio que es el segundo a nivel estatal que recibe más recursos para
su administración resultaba –hasta hace algunos meses- imposible de pensar que
enfrentara esta situación.
Todo lo anterior tiene una relación directa con el
manejo y destino del erario, de los impuestos que pagamos los contribuyentes. Leí en un artículo de la revista Nexos un
conjunto de propuestas que bien merecen ser analizadas. En Canadá, por ejemplo, la mitad de los
ingresos mensuales del trabajador van a dar al pago de impuestos, pero los
servicios públicos son de primera calidad.
El ciudadano recibe puntualmente por parte de su autoridad municipal un
reporte de los gastos que mensualmente realiza para que éste conozca el destino
de su pago. Así, el cumplimiento de sus
obligaciones fiscales incrementará al ver que el gobierno transparenta lo que
ingresa y lo que egresa de sus arcas.
En este mismo orden, el ciudadano tiene conciencia
de los impuestos que paga. ¿A qué me refiero? A que, previo a todo pago de
algún bien o servicio, se sabe a ciencia cierta cuánto pagaremos al fisco por
concepto de impuestos por lo que estamos adquiriendo. Con esto, el ciudadano no solo sabe cuánto
sino qué se hace y hacia dónde se destinan sus impuestos.
Finalmente, un tercer punto de reflexión y que a mi
parecer es el más complejo de implementar.
La sanción a servidores públicos corruptos. El ciudadano exige con justa razón que,
además de saber cuánto paga y hacia dónde van a dar sus impuestos, se sancione
a aquellos que desvíen del erario, recursos para su beneficio personal. Ya hay múltiples ejemplos que bien encajan en
esta temática. En resumen, cómo puede el
gobierno exigir más impuestos si no le dice al ciudadano cuánto paga de
impuestos, hacia dónde destina éstos y el por qué no castiga a los responsables
de los desvíos.
Creo que, antes de pedir, se debe ofrecer un mejor
mecanismo de ejercicio del gasto público y más aún, de garantizar la aplicación
de sanciones.
El tintero.
El conflicto verbal entre Carmen Aristegui y Laura
Bozzo empieza a tomar otros matices. La periodista
mexicana dio a conocer antecedentes penales de la conductora de Televisa sobre
vínculos con el gobierno peruano durante la dictadura de Alberto Fujimori y de
ciertos favores y privilegios a los que se hizo acreditada. Bozzo, por su parte, le hizo llegar por
escrito su derecho de réplica, algo que inusualmente Televisa no otorga a los
ciudadanos. Veremos en qué concluye esta
tragicomedia.
Las denuncias por secuestros reportadas en el país
no han disminuido. Solo en los primeros
9 meses de gobierno de Peña Nieto, tuvo un incremento del 19% con respecto a
los primeros meses de Calderón. Nueve entidades
presentaron incrementos en este rubro: Morelos, Guerreo y Sinaloa encabezan la
lista con 119, 92 y 28 casos, respectivamente.
Durante la administración de Calderón, en el mismo período, los casos
reportados fueron de 69, 55 y 18, respectivamente.
(*) Internacionalista,
analista político y comentarista en el programa radiofónico SIPSE Café del 95.3
de FM.
http://columnapensamiento.blogspot.mx/
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