Pensamiento lateral.
PAN:
Colaboracionismo vs rebeldía.
Por: Miguel Á. Martínez Castillo. (*)
La política es un acto de equilibrio entre la gente
que quiere entrar y aquellos que no quieren salir.
Jacques Benigne
Bossuet (1627-1704) Clérigo católico y escritor francés.
El gobierno mexicano está atravesando una de sus crisis de
credibilidad más altas en lo que va de su administración. No se ha cumplido la mitad del sexenio y el
Presidente es observado por la comunidad internacional como un mandatario que
sencillamente no puede combatir la corrupción.
Lo que parecía ser un nuevo momento en las relaciones México-Francia (por
el caso Cassez) fue abruptamente desplazado por la segunda fuga de Joaquín El Chapo Guzmán. Lo que representó un éxito al inicio de su
gobierno, hoy lo vuelve a poner de cara a la pared.
Esta falta de credibilidad en el gobierno mexicano sin duda
que también impacta en los partidos políticos, pues algunos se vuelven
cómplices directos y otros, silenciosos.
En plena crisis del sistema político y presidencial mexicano, la segunda
fuerza política del país renovará su dirigencia nacional. El Partido Acción Nacional (PAN) que no ha
estado exento de escándalos de corrupción, definirá su futuro institucional y
político, así como el discurso frente al gobierno. Mucho dependerá el resultado puesto que
quienes compiten tienen finalidades y perspectivas diametralmente opuestas.
Ricardo Anaya y Javier Corral ya han presentado sus primeras
cartas a través de sus planillas y del próximo 16 de julio hasta el 15 de
agosto, ambos participantes buscarán el voto de los 476,690 militantes en el
país. Considero que es importante hablar
y analizar a fondo este proceso porque el resultado marcará el comportamiento
frente al gobierno.
La Comisión Nacional Organizadora de la Elección del CEN
(CONECEN) fue integrada por su Consejo Nacional hace apenas unas semanas. Su conformación fue motivo de profunda
discusión puesto que dos de sus integrantes habían hecho pública su simpatía
hacia uno de los hoy contendientes.
Actualmente, se encuentra en proceso de impugnación.
¿Qué puede exponerse de Anaya y Corral? ¿Cuál es el perfil de
cada uno? Ricardo Anaya, abogado y queretano
de nacimiento, ha sido legislador local, secretario general y dirigente del
partido –local y en un interinato, nacional- diputado federal y funcionario
público durante el sexenio de Calderón.
Sus virtudes principales son su inteligencia, prudencia política, capacidad
analítica, preparación y la capacidad de haber aglutinado a varias
personalidades del panismo, como Josefina Vázquez, Santiago Creel, Ernesto
Cordero, Ernesto Ruffo, entre otros, de los cuales algunos de ellos lo
acompañan en su planilla. Sin embargo,
su mayor fuerza radica en que tiene el apoyo de Gustavo Madero y de la gran
mayoría de las dirigencias estatales que, fueron factor clave para obtener las
más de 235 mil firmas que presentó en su registro.
Ricardo Anaya Cortés.
Javier Corral es un abogado chihuahuense que ya ha sido
diputado local y federal, Senador, candidato a Gobernador y ha formado parte
del Consejo Nacional del PAN y una de sus principales aportaciones es que, a
través de una iniciativa suya, hoy el PAN elegirá a sus dirigentes, local y
nacional, por la vía del voto directo.
Su trayectoria lo ubica desde muy temprana edad en el interés por el
tema de la comunicación. Especialista en
el campo, fue uno de los principales conductores de interponer una acción de
inconstitucionalidad a la denominada Ley Televisa, misma que ganó. Posee amplio dominio de la información,
capacidad de debate y se ha distinguido como un panista apasionado y
extrovertido. Su fuerza radica en su
trayectoria de más de 20 años y el liderazgo que ha logrado construir y
expandir gracias a la postura crítica hacia los gobiernos del PRI. A ello se han sumado personalidades también
como Patricio Patrón, Fernando Canales y Francisco Barrio. Es un personaje que no puede ser aclamado o
rechazado a medias, se le acepta o no.
Javier Corral Jurado.
Considero que ambos han dado certeros golpes que van a ir
moviendo las preferencias. Anaya lleva
ventaja pues su campaña inició desde hace más de un año, cuando fue en fórmula
con Madero para la reelección de éste, así como su campaña mediática contra la
corrupción que le permitió entrar en el conocimiento de la opinión pública,
pero ha sido criticado por su silencio sobre los casos de corrupción al
interior del PAN.
Corral acertó en la Secretaría General. José Luis Luege Tamargo es una figura que
goza de buena imagen y demuestra experiencia, indispensable para el manejo de
la política interna del PAN que debe realizar un Secretario. El haber obtenido las firmas requeridas
significó otro punto a su favor puesto que éstas se lograron sin el apoyo de la
infraestructura institucional, como afirma.
La campaña va a ser determinante para definir al
ganador. Pienso que Corral decidió muy
tarde su decisión de contender por la presidencia y está consciente de que rema
a contra corriente, sin el apoyo de los recursos humanos de las dirigencias
locales –mismas que en teoría está prohibido- y con el tiempo en su contra. Sin embargo, las cosas pueden dar un giro
inesperado –como la contienda entre Creel y Calderón-, por eso hago hincapié en
las estrategias de campaña.
Hay 2 temas que llamaron mi atención durante este primer paso
que dieron ambos aspirantes y tiene mucho que ver con la legalidad. El primero está relacionado con las firmas
presentadas. Ricardo Anaya presentó en
su registro a 235,404 militantes que respaldaron su postulación. La convocatoria exige un total de 47,701 y,
de ese total, no más del 5% por entidad, es decir, 2,385. Afirmó que en un lapso de 10 días logró
juntarlas. Ello significa que para
haberlas obtenido en ese período debió generar 23,540 firmas por día y 981 por
hora. La cuestión es: ¿cómo lo
consiguió?
Sólo para obtener el 10% del padrón en ese mismo período se
requiere generar diariamente 4,770 firmas, es decir, 198 por hora. Anaya lo hizo 9 veces más. Esto genera importantes dudas de cómo,
quiénes y en cuánto tiempo se integraron realmente las firmas de respaldo a
favor del queretano. Me cuesta trabajo
entender cómo se establece un período tan corto (alrededor de 15 días) para
recaudar casi 50 mil firmas. Es
complicado si no se cuenta con tiempo previo y una estructura humana organizada
para no sólo recabarlas sino ordenar, depurar y presentarlas.
A ello hay que agregar otro cuestionamiento. Actualmente,
existen 47,883 militantes que no sólo están afiliados al blanquiazul sino
aparecen en padrones de otras fuerzas políticas, lo que habla de una posible estrategia
por inflar el padrón. Tan sólo el año
pasado, el PAN tenía 204,574 y en un año incrementó a 476,690, prácticamente se
duplicó. Las entidades donde más se
registraron incrementos fueron Veracruz, Puebla, Nuevo León y el Distrito
Federal, lugares que son prioritarios dado su número de afiliados. La duda salta nuevamente: ¿cómo se duplicó el
padrón en tan poco tiempo?
A lo anterior se suma la exclusión de 5,736 militantes que no
se ha aclarado el porqué de su salida ni razones por las cuales ya no aparecen
en el padrón.
El segundo tiene que ver con las restricciones que impone la
propia convocatoria. Gobernadores en
funciones y electos, dirigentes estatales y municipales, entre otros, tienen
prohibido manifestar y participar en alguna campaña interna. Es evidente que esta norma fue ampliamente
rebasada por el hoy Gobernador electo de Querétaro, Francisco Domínguez, quien
ofreció su respaldo público hacia su paisano, a sabiendas de tener restringida
dicha acción.
Tanto la situación actual del padrón, el activismo de algunos
funcionarios a favor de uno de los dos aspirantes como el posible uso de
recursos públicos e institucionales representan serios retos para la CONECEN,
que deberá resolver a la brevedad para dar certeza al proceso. ¿Por qué es importante el resultado y el
proceso interno del PAN? La respuesta
tiene que ver primero con la confianza. El
ciudadano espera ver en los partidos no sólo importantes propuestas de gobierno
sino dirigentes que hayan emanado de procesos internos transparentes. Importante también es el desenvolvimiento
frente a las acciones del gobierno. El PAN
se distinguió durante años como una oposición que se identificó con los
intereses sociales, hasta que llegó a gobernar.
Ambos proyectos tienen, desde un particular punto de vista,
perspectivas distintas sobre su relación con el gobierno. Uno opta por la relación estrecha, a lo que
yo llamo colaboracionismo, mientras
que otro enfoca en su discurso el regreso a aquella oposición que hizo ganarse
la confianza popular, lo que algunos columnistas llaman radicalismo político. Anaya difícilmente
podrá quitarse la sombra de Madero y su cercanía estrecha con el gobierno
federal. Corral, por su parte deberá
remar a contracorriente toda la campaña.
A uno le faltará ganar credibilidad y al otro resistencia para llegar al
final. Lo más importante de esto es que
los partidos deben dar muestra de civilidad y ejemplo de procesos internos
justos y apegados a derecho. Ello ayudará
a aminorar el fuerte cuestionamiento que se tiene sobre los partidos. Sería muy lamentable saber que gobiernos
locales hayan utilizado recursos del erario para favorecer a algún aspirante. De ahí, pues, radica lo interesante de este
proceso.
El tintero.
El segundo escape de Joaquín El Chapo Guzmán ha puesto al gobierno federal como incapaz de
garantizar la seguridad, incluso en sus penales de máxima seguridad. Estudiosos en el tema afirman que hubo mucho
dinero y corrupción de por medio para su salida; se estima que costó 50
millones de dólares su escape, algo insignificante con la fortuna que posee,
superior a los 1,000 millones de dólares, según Forbes. El mismo ejecutivo federal afirmó que una
segunda fuga de Guzmán sería imperdonable.
La pregunta es: ¿imperdonable para quién? La noticia de la fuga también ha servido de
paraguas ante la ola de problemas sociales y económicos que vive el país. La debilidad del peso, la crisis del ISSSTE e
IMSS.
1 comentario:
El tema del padrón deberá verificarse con lupa y con parámetros y criterios muy pro-positivos.
Definitivamente es una situación que repruebo y así lo manifesté cuando por primera vez apoyé un proyecto político como militante; el proyecto de Miguel Castilla cuando él buscaba la presidencia del CDM de Benito Juárez.
Yo publiqué y me quejé en su momento, por lo que habían hecho con gente (del PRD) que fue a esa elección del PAN a votar por la actual presidenta y que le dio el triunfo; mismo triunfo que legitimó esta grave falta y peor aún, validó un padrón cargado y manipulado a favor de lo que en ese momento les parecía una mejor opción que elegir a Miguel Castilla.
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