Pensamiento lateral.
Los
5 votos que pudieron cambiar la historia.
Por: Miguel Á. Martínez Castillo. (*)
El verdadero, el temible
enemigo es el error en el cálculo y en la previsión.
Tucídides (460 a. C. – 396 a. C.) Historiador y militar ateniense.
La integración del embajador Eduardo Medina Mora como
ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) bien podría
parafrasearse como la crónica de una
elección anunciada. Su postulación
desde un principio marcaba que las tendencias iban hacia su favor en la terna
que había presentado el Ejecutivo Federal al Senado de la República. La mayoría de la opinión pública –me atrevo a
señalarlo sin siquiera tener que hacer una encuesta- consideraría que fue una
negociación exclusiva entre el PAN y el PRI.
Y sí, efectivamente fue una negociación, pero lo que me
resisto a aceptar es que haya sido exclusivamente entre el PAN y el PRI. Afirmo lo anterior porque considero que hubo
más de dos fuerzas políticas que estuvieron involucradas, no directamente por
sus coordinadores pero sí de manera individual.
Y aquí tengo mis argumentos:
Es evidente que no sólo se pensó en la elección de Medina Mora
sino en lo que viene. En el mes de
octubre, dos ministros –Juan Silva Meza y Olga Sánchez Cordero- dejarán su
asiento y el Ejecutivo tendrá que presentar dos ternas para sustituirlos. ¿Qué no hace pensar que tales espacios fueron
parte de la negociación para elegir al embajador? Eso, a su tiempo se conocerá.
En este mismo orden de ideas, dos preguntas representarían el
siguiente argumento: ¿por qué se ausentaron 4 senadores del PRD?, y dos; ¿por
qué la senadora del PT, Layda Sansores, rompió su boleta en lugar de haber
votado o sencillamente anulado? Pensar
que todo el Grupo Parlamentario del PAN votaría a favor de Medina Mora me
parece, lo expresaré así, exceso de ingenuidad por parte del PRD. Es evidente que al interior del PAN en el Senado
existen antagonismos y, por decirlo de alguna manera, no todos van en el mismo
sentido. Eso debió medirlo el PRD pero,
extrañamente, no lo hizo, o no quiso. Un
cabildeo hacia el PAN para obligar a una segunda ronda de votación le habría
restado legitimidad a Medina Mora y las negociaciones tomarían un matiz
diferente.
La votación demostró lo que acabo de señalar: de los 128
Senadores estaban presentes 119 y Medina Mora requería de las dos terceras
partes para ser ministro, es decir, de 79 votos como mínimo para ganar. Sólo se contabilizaron 118 puesto que la
Senadora Sansores rompió su boleta aduciendo su rechazo hacia la postulación de
Medina Mora. El resultado arrojó 4 votos
a favor de Felipe Alfredo Fuentes Barrera, 15 para Horacio Armando Hernández
Orozco y 83 para Eduardo Medina Mora. 16
votos fueron nulos. Lo anterior indica
que éste último obtuvo la nominación con apenas 4 votos de diferencia.
Ahora bien. La ausencia
de los 4 Senadores del PRD deja muchas dudas al aire. Sólo dos de ellos declararon y dieron su
argumento para no asistir y hacia ello me concentraré. El primero de ellos, Mario Delgado, argumentó
tener un compromiso imposible de cancelar o posponer pero a cambio dejó una
carta en la cual afirmaba la inviabilidad legal de la postulación del
embajador. No votó pero dejó su carta
como consuelo para quienes le habían pedido votar en contra. De hecho fue uno de los Senadores más activos
en recibir y dar difusión a la petición de diversos académicos y periodistas que
llevaban consigo más de 50 mil firmas de ciudadanos quienes, a través del sitio
www.change.org habían solicitado al
Senado la negativa a apoyar al hoy ministro.
La segunda fue Luz María Berinstáin, otra de las activistas
en darles difusión a los ciudadanos manifestantes. Su argumento se basó en una reunión agendada
con el Gobernador de Quintana Roo en el cual trataría asuntos relacionados al
encarcelamiento de indígenas mayas en el municipio de Felipe Carrillo
Puerto. Afirmó que, al enterarse del
apoyo del PAN para Medina Mora, su voto ya no tendría sentido ni cambiaría
nada. Sin duda que se equivocó. Pero, ¿por qué llegó a la sesión, pasó
asistencia, votó en los primeros dos dictámenes y luego, misteriosamente
abandonó el recinto? Su argumento fue
que tenía agendada su cita a las 19:00 hrs. con el Gobernador y debió
ausentarse a las 16:00 hrs.
De lo anterior, un dato curioso respecto al argumento de la
Senadora me saltó a la mente. Si ella se
ausentó a las 16:00 hrs. del Senado para tomar un vuelo a las 17:00 hrs. como afirmó
(extraño porque toda aerolínea exige estar mínimo 2 horas antes del vuelo) en
Quintana Roo serían las 18:00 hrs., por lo que ella habría apenas aterrizado
aproximadamente a las 19:30 hrs., tiempo de la entidad, es decir, habría
llegado tarde a su cita. De igual
manera, su participación no habría cambiado gran cosa si no se presentaba a
votar en los dos temas que tenían que ver con nombramientos de diplomáticos. Lo dejó así, como un dato curioso. Otro dato interesante es que la legisladora se encuentra entre los que abandonan el recinto antes de finalizar las sesiones. Lleva un histórico de 45 escapadas de 120 votaciones en las que no participa.
Todo esto obliga a la pregunta siguiente: ¿hubo acuerdo de no
votar y disminuir el número mínimo necesario para nombrar a Medina Mora
ministro de la SCJN? Es muy posible que
sí, porque de haber asistido y, considerando sus 4 votos y el de Layda
Sansores, el cálculo se hubiera hecho sobre 123 Senadores y no sobre 118. Ello habría cambiado de 79 a 82 votos como
mínimo para hacer ministro a Medina Mora, el cual obtuvo al final 83. Un resultado muy endeble que corría el riesgo
de irse a una segunda ronda y, por ende, a replantear las negociaciones.
Cuando se negocia el apoyo a una propuesta no significa
siempre que éste se traduzca en votos. También
no votar e incluso romper boletas es, por así decirlo, votar a favor. Con la descalificación como cortina de humo,
salvan su imagen de opositores pero en el fondo están dando su respaldo. Y así se explica el comportamiento de estos 5
legisladores que pudieron cambiar la historia.
Aunque tampoco hay que responsabilizarles del todo puesto que si
hubiesen llegado los otros Senadores, los otros 5, el mínimo de votos para
Medina Mora habría sido sobre los 85.
Finalmente, lo que hay que reconocer es el cálculo minucioso
que tuvieron el PAN y el PRI para garantizarle el lugar a Medina Mora en la
SCJN. La política es así, se basa en
acuerdos y negociaciones, donde uno cede pero también obtiene. A pesar de los cuestionamientos –muchos de
ellos fundados como la falta de residencia en el país y el hecho de que se
trata de un diplomático cercano al Presidente, lo cual restaría independencia a
la Suprema Corte- el pragmatismo se impuso en esta ocasión. No deseo juzgar, a priori, al hoy ministro. Habrá
que esperar a que el tiempo ponga todo en su lugar.
El tintero.
¿Qué haría si fuera
gobernante y tuviera 14 millones de dólares? ¿En qué lo invertiría? Resulta que autoridades mexicanas pagaron esa
cantidad para hacer cambios en el guión de la nueva película de James Bond, Spectre que se filmará en la Ciudad de
México. Las modificaciones van desde
incluir actores mexicanos en la película, mostrar zonas modernas de la Ciudad y,
en general, ofrecer una imagen positiva del lugar. Los productores son los más contentos pues
eso no estaba considerado en sus ganancias.
Parece que el nuevo horario
que se autorizó para Quintana Roo de poco servirá. El pasado 1 de febrero, la entidad adelantó
una hora su reloj para estar a la par con el horario de la costa Este de los
Estados Unidos, pero el pasado 8 de marzo, los estadounidenses aplicaron su
horario de verano, adelantando una hora su reloj, lo que dejaría nuevamente en
las mismas condiciones a Quintana Roo antes de promover su reforma. El gusto apenas le duró 35 días al gobierno
estatal. Ahora plantean, como medida
alterna, adelantar otra hora a la entidad. ¿Qué culpa tenemos de su ignorancia en
saber que en el vecino país del norte también tienen horario de verano?
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