Pensamiento lateral
Del Mexican
moment al decálogo: 2 años sin rumbo.
Por: Miguel Á. Martínez Castillo. (*)
La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve.
Martin Luther King
(1929-1968) Religioso estadounidense.
Se han
cumplido 730 de los 2,190 días que estará Enrique Peña Nieto en la Presidencia
de la República. A dos años de distancia
se han presentado innumerables eventos que han marcado hondamente tanto en lo
político, económico y social al país.
Desde ese poco más de 38% que recibió de votos por parte de los votantes
que asistieron a las urnas, hoy existe un amplio sector social que
prácticamente reprueba la gestión del mandatario mexicano y que,
comparativamente, le ha dado la vuelta respecto al porcentaje de votos que
obtuvo en las urnas.
Diversas
encuestas han anunciado la caída de la popularidad y aceptación del Presidente:
Reforma anunció que apenas un 39% aprueba la gestión mientras que un 58% la
reprueba. Hace 8 meses, en abril, su
porcentaje de aprobación era del 48%.
Por su parte, El Universal-Buendía & Laredo le dieron un 41% de
aprobación frente a un 50% que desaprueba.
Aunado a lo anterior, casi un 50% de la población consideró que el país
está peor desde que Peña Nieto ocupa la Presidencia, frente a un 30% que opinó
que está mejor y un 22% que dijo que todo estaba igual. Estos resultados tan bajos no se daban desde
la presidencia de Ernesto Zedillo, desde hace casi 20 años.
Evaluación de los primeros 2 años de gestión de
Enrique Peña Nieto.
Fuentes: www.reforma.com y www.eluniversal.com.mx
Estos
resultados no son fortuitos sino que se deben al errático manejo de la política
interna, la economía y principalmente de la seguridad y justicia. Vayamos, pues, por partes. En su segundo día de gobierno, el Presidente
anunció la conformación de un Pacto por
México que incluía al mismo gobierno y las tres fuerzas políticas más
representativas en el país para sacar adelante un conjunto de reformas que
tenían que ver con lo fiscal, político, electoral, educativo,
telecomunicaciones y energético, entre otros.
Desde un principio, los partidos más representados en el Congreso
determinaron y decidieron qué rumbo y perfil darle a tales reformas,
discriminando no solo al resto de los demás partidos (que si no todos la
mayoría son satélites del PRI o PRD) sino también a sectores sociales representativos,
como el empresarial, académico y las asociaciones civiles, entre otros.
De ahí
empezó a surgir el primer desgaste político, al reformar la normatividad
educativa y romper con un anquilosado sistema de compra-ventas de plazas docentes
e instaurar en su lugar un servicio profesional docente. Asimismo, el perjudicial proyecto de reforma
fiscal daría un duro golpe a las economías locales, principalmente fronterizas,
al homologar el IVA del 11% al 16% para todo el país sin establecer algún
programa emergente de protección real.
Lo único fue un fondo que apenas y atendía un diminuto sector.
La
expectativa económica fue otro de los yerros en esta administración. Luego de la aprobación de la cuestionada
reforma fiscal, se anunció que el crecimiento de la economía iría en franco
ascenso: 4.7% en 2015, 4.9% en 2016, 5.2% en 2017 y 5.3% en 2018. Sin embargo, la Secretaría de Hacienda ha
tenido que corregir sus expectativas a un nulo crecimiento de 2% a 2.6% para
este 2014 y para el siguiente año será de 3.2% y 4.2%. Por su parte, el Banco de México estimó el
crecimiento entre un 3% y 4% para 2015; mientras que la OCDE ubicó una
contracción económica que iría del 4.1% al 3.9%.
Expectativas de crecimiento económico para México.
Organismo
o Institución
|
2014
|
2015
|
2016
|
Secretaría de Hacienda Federal.
(Datos al 21 de noviembre de 2014).
|
2% a 2.6%
|
3.2% a 4.2%
|
---
|
Banco de México (Datos al 19 de noviembre de 2014).
|
2% y 2.5%
|
3% y 4%
|
3.2% y 4.2%
|
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). (Datos
al 25 de noviembre de 2014).
(Perspectiva de contracción).
|
3.4% a 2.6%
|
4.1% a 3.9%
|
4.2%
|
Fuente: Elaboración propia con datos de Revista Proceso No. 1987 del 30 de
noviembre de 2014.
Lo anterior
en gran parte se ha debido a la reducción del gasto público que hizo el
gobierno al inicio del sexenio y, en consecuencia, a la contracción de la
inversión en infraestructura y vivienda.
Asimismo, las nuevas reglas fiscales obligaron a un mayor pago de
impuestos (recuérdese los nuevos impuestos a alimentos de animales, servicios
turísticos, así como el incremento de los combustibles) que conllevó a una
reducción del gasto familiar. Con ello,
la economía entró en una fase de estancamiento, viéndose reflejado en el pobre
crecimiento interno.
Otro de los
problemas que tendrá que enfrentar el gobierno federal será la cartera vencida de
los estados y municipios que, sin dudar, pedirán el auxilio a la federación
para sanear sus finanzas y completar sus pagos y obligaciones. Entidades como Coahuila, el Distrito Federal,
Quintana Roo y el Estado de México, comienzan a tener altas deudas o rezagos
importantes en sus obligaciones, lo que seguramente en un corto plazo
empezaremos a ver a más de un gobernador desesperado por la ayuda federal.
Pero sin
duda que lo sucedido en Ayotzinapa –y en igual medida- en Tlatlaya, ha marcado
la incompetencia gubernamental ante el rostro más impune de la delincuencia
organizada. La colaboración de las
fuerzas policiales en la desaparición de los 43 normalistas hace evidente que
la autoridad no solo ha sido infectada sino rebasada en muchos de sus ámbitos y
competencias. Desde el pasado 26 de
septiembre a la fecha, han sido los dos meses más desgastantes para el gobierno
federal que trata de encabezar un Presidente que hoy atraviesa uno de los
peores niveles de aceptación social.
Aunado a lo
anterior, el escándalo detectado por el affaire
casa blanca ha demostrado el conflicto de intereses que involucra al Presidente
y a su esposa con constructoras privadas.
Lo peor de todo es que esto no es de ahora sino que desde que era
gobernador el abanico de obras públicas estaba a la disposición del Grupo
Higa. También se ha hecho evidente la
colaboración de una empresa de televisión que sin duda se ha visto ampliamente
beneficiada en el ámbito de las telecomunicaciones. Solo este escándalo sería suficiente para que
un presidente deje su cargo en cualquier país democrático, pero no en México.
Finalmente,
entre lo que encierran estos dos primeros años de gobierno, el Presidente intentó
dar una maniobra de 180 grados a su gestión anunciando un decálogo para la
seguridad y el estado de derecho, anunciando medidas como un número único de
emergencias, el fortalecimiento de los mecanismos de transparencia, la clave
única de identidad, la conformación de 32 corporaciones de policías estatales
únicas en sustitución de las 1,800 que hay a nivel municipal, aproximadamente y
la disolución de gobiernos municipales cuando se detecte la infiltración del
crimen organizado en las autoridades de ese nivel gubernamental, entre otros.
Me quedan
serias dudas sobre esto último. Municipios
han respondido en contra debido a una violación a su autonomía por la
desaparición de sus fuerzas policíacas. Es
cierto que existe infiltración, falta de capacitación y corrupción en las
policías municipales, pero lo hay también –y no dudo que en un grado mayor- en
las policías estatales y federal. Desaparecer,
por otro lado, un gobierno bajo la sola sospecha de que esté infectada por el
crimen organizado puede ser bien un arma de dos filos, sobre todo si se tratase
de un gobierno de distinta fuerza política al gobierno actual.
Pero, un Presidente
al que se le sorprende en conflicto de intereses, que no reporta realmente las
propiedades que tiene, que por nexos con empresas privadas se vio en la
necesidad de pagar 18 millones de dólares a los chinos por concepto de
indemnización y, que no pone especial prioridad a los problemas sociales del
país, no puede ni tiene la calidad moral para hablar de un México
democrático. Lo que el país necesita no
son más leyes, sino que las que hoy existen se cumplan. No veo rumbo claro y lo peor es que quedan 4
años más.
El
tintero.
La Secretaría de Economía dio a conocer cuánto gastaron los mexicanos
que se vieron envueltos en la propaganda del Buen Fin. A pesar que no se
está en las condiciones de erogar mucho efectivo, la gente salió de compras y
más de 197 mil millones se desembolsaron en este pasado noviembre. El año anterior la cifra fue de poco más de
173 mil millones y en 2012 de 150 mil millones.
Habrá que revisar cuánto de ese dinero fue a crédito. Ello nos habla que los mexicanos ahorramos
muy poco.
La Cámara de Diputados aprobó una reforma a los artículos 11 y 73 de la
Constitución, que tienen que ver con el derecho de la movilidad universal y con
la regulación de las manifestaciones. Esta
medida se da en una coyuntura delicada, cuando decenas de miles de ciudadanos
se han manifestado en las calles para reclamar justicia. La pregunta obligada es: ¿endurecerán los
gobiernos locales sus leyes para reprimir las manifestaciones, en detrimento a
sus derechos humanos? Al tiempo.
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